sábado, 3 de febrero de 2018

Notas soñadas

Notas soñadas.
Hoy es uno de esos días, que te levantas, abres el correo universitario, y ves que tu esfuerzo mereció la pena.
Había decidido presentar sólo tres asignaturas, de las cinco que tenía el cuatrimestre, y no salió tan mal el plan.
Pues las aprobé y dos de ellas con buena nota, estoy súper ilusionada, pues mi cabeza, no es la misma, con tanta medicación, y tantos químicos...Merman la mente y merman a uno.
Todavía en casa, no saben las notas, pues mientras todos duermen, yo me paso en la mesa, estudiando, leyendo, y poniendo al día mis apuntes.
Me cuesta concentrarme, tengo que llevar un orden, me pasa factura el no hacerlo. Y además para más colmo, me agobio si algo no está en su sitio, si me falta algo en el estuche...
Es lo que tiene, no ir a la universidad con treinta y tantos, iba hacer fácil. Y más después de todo lo que he pasado en menos de un año.

La vida sigue, es cierto, pero el pasado, juega malas pasadas, y en mi caso, me deja metida en un “bucle” que a veces cuesta salir.
Y son estos pequeños resultados, los que me animan. Ha sido un sacrificio enorme para los míos, y para mi, esta aventura universitaria. Pero ahora cuando despierten sabrán que mereció la pena.

La motivación más grande, es ver sonreír a los demás, por que tu sonríes, eso sí con labios pintados de rojo.
Os dejo una imagen que descubrí el otro día en clase de mitología clásica, y de la que quedé prendada, pertenece a los pintores denominados Prerrafaelistas, esos que daban de lado las teorías de las academias, y pintaban lo que les hacía feliz. En este caso, la obra se llama Ariadna.
Que tengáis un buen comienzo de cuatrimestre.





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